Música

Aunque en el ámbito musical no poseo unos conocimientos tan amplios como a mi me gustaría, tampoco soy un completo ignorante.

Inicios y decepción

Por lo visto ya en mi tierna infancia, una de mis máximas ambiciones era poseer unas maracas como las de Antonio Machin! Por lo visto mi deseo me fué concedido, pero por motivos que no consigo recordar, el instrumento en cuestión no estuvo a la altura de mis expectativas de bebé.

Durante mi infancia, hubo pequeñas incursiones con los típicos juguetes musicales, tipo clarinetes, flautas, tambores etc. fabricados en plástico de la peor calidad. Desafortunadamente mi impericia en el manejo de los susodichos juguetes acabó por hacerme abandonar el mundo musical, hasta tal punto que en los tests psicotécnicos de mi infancia, la música aparece como la actividad más menospreciada por mi.

El cambio.

No fue hasta la adolescencia, donde por un lado la música juega un papel importante en nuestras vidas, con un fuerte componente sexual. Y por otro lado la educación, ya que una de las asignaturas obligatorias en bachillerato era música, y para aprobar, se requieren ciertos conocimientos no solo teóricos, si no tambien prácticos. Había que saber interpretar un determinado número de partituras con la flauta dulce.

Y aquí es donde cambió todo, por narices tuve que conseguir un cierto nivel con la flauta, y unas pequeñas nociones de solfeo, que me serían muy útiles más tarde.

"Profesionalización"

Un par de años más tarde, con mi inseparable amigo Pascual, llegamos al acuerdo de comprarnos a medias una enciclopedia por fascículos que había salido en los kioskos. Se llamaba “Historia de la música Rock” además, cada fascículo venía con un LP de vinilo de un artista diferente. Con aquella enciclopedia aprendí muchísimo. Pero por otra parte creó tal obsesión en mi, que prácticamente la totalidad del poco dinero que tenia disponible me lo gastaba en adquirir discos de vinilo en las tiendecitas de discos del casco antiguo de Barcelona.

Con el tiempo incluso llegue a hacer un par de programas de radio musicales en la radio local de mi pueblo.

Para acabar de enredar la situación con mi amigo Pascual y seguramente después de ver de estreno el primer largometraje de George Lucas “American Graffiti” decidimos de común acuerdo montar un grupo. Como no de rock!

Por fin, mi instrumento, el piano

El tocaba un poco la guitarra, así que ese departamento estaba cubierto. Desafortunadamente la flauta dulce no parecía el instrumento más adecuado para tocar “Twist&Shout”, así que tenía que buscarme un instrumento. Por aquellos entonces mi oído no estaba entrenado para entender la importancia del bajo (instrumento que se lo endiñamos a mi amigo Pedro). Y la bateria tenia candidatos mejores (Angel), así que ni corto ni perezoso, me decidí por… el teclado. Con el tiempo el piano ha sido el instrumento en el que he pasado más horas, pero inicialmente, el piano era tan solo un “aguinaldo” del órgano eléctrico, que era lo que me llamaba la atención entonces.

Aunque seguramente soy de los peores músicos de mi círculo de amistades. Llegué a formar un par de grupos sin demasiado éxito, porque si tocar un instrumento requiere práctica, tocar varios juntos requiere mucha más práctica. Que poco valorados están los músicos… :(

Finalmente me decante por otra línea de trabajo, pero la música siempre tendrá un lugar principal en mi corazón.