Pues ya está aquí, ya ha llegado la guerra en Ucrania, Rusia la ha invadido, debo reconocer que me he equivocado, no creía que las cosas se fuesen a poner así de feas.
Guerra en Ucrania, las claves para NO entender el conflicto
Dicho esto, sigo creyendo que la mejor estrategia es no perder la cabeza, e intentar analizar la situación fríamente, tarea dificil, ya que yo como la mayoría de nosotros, no tengo ni puñetera idea, y como la mayoría, creo que no tenemos suficiente información, y cuando digo suficiente no me refiero a la cantidad de la información, sino a la calidad de la información.
Las opiniones, tan abundantes como los culos, se dividen básicamente en dos.
Los Pro-Sovieticos
El sector más o menos tímidamente pro-ruso, con los argumentos de rigor en contra de la maldad de occidente y el capitalismo, y la necesidad de eliminar cualquier vestigio de nacismo, argumentos que a esgrimido el propio mandatario ruso Vladimir Putin para justificar esta invasión, invasión que negaban hace tan solo cinco días, y que no deja de ser chocante, teniendo en cuenta que el presidente de Ucrania Volodymyr Zelenskyy es judio.
Los Pro-Occidentales
El sector pro-”Occidente” por decirlo de alguna manera. Con los clásicos argumentos de democracia y libertad, que sin embargo no pueden deshacerse totalmente de un cierto tufillo a hipocresía, No seré yo quien defienda a Putin y sus demostraciones de Macho man / matón de barrio tanto en la vida cotidiana como en la política internacional, pero lo cierto es que las “democracias occidentales” no son tampoco blancos corderitos que incapaces de hacer nada malo, aunque tan solo sea por omisión.
Peace
También hay un sector bastante numeroso de anti-guerra, que sencillamente opina que esta solución para resolver conflictos es una atrocidad (opinión con la que estoy totalmente de acuerdo) pero que tiene el problema de no ofrecer una solución práctica al conflicto.
Finalmente está el que yo creo es un pequeño grupo de gente como yo que admite abiertamente que no tiene ni idea de que pensar o hacer.
Las guerras modernas
Desde la guerra del golfo en en 1990, en occidente tenemos una forma un tanto peculiar de ver las guerras, retransmitidas en directo como si fuesen la película de la sobremesa, pero sin afectarnos de una forma directa, al margen de los inconvenientes económicos, que los conflictos bélicos tienen en este mundo globalizado.
Para colmo el advenimiento de las redes sociales, nos permite filosofar desde la comodidad de nuestro sofá mientras nos tomamos un aperitivo, y lanzamos al mundo nuestras sólidas opiniones basadas en nuestra indudable superioridad moral.
Está da más miedo
¿Es esta guerra diferente? Pues no lo tengo claro la verdad, lo cierto es que geográficamente occidente sigue estando casi tan lejos como la mayoría de los conflictos bélicos de los últimos 80 años, o casi…
A pesar de que Ucrania se encuentra en el extremo oriental de Europa, el resto del continente, especialmente su motor que es el centro, no está lo suficientemente lejos como para sentirse totalmente tranquilo.
Y es que en esta ocasión no es como la guerra de los Balcanes, que además tuvieron que venir los americanos a sacarnos las castañas del fuego (otra vez).
Aquí la parte en principio más opuesta a nosotros en este conflicto es Rusia, si bien Rusia no es la Superpotencia mundial que era hace unos años, sigue siendo una potencia en parte económica, pero sobre todo militar, y no me gusta hablar de ello, ni siquiera pensarlo, pero poseedora un arsenal nuclear gigantesco.
Mutally Assured Destruction
¿Quiere decir esto que podríamos estar a las puertas del MAD? Mutally Assured Destruction o Destrucción Mutua Asegurada, en principio todo parece indicar que no, por lo menos por parte de occidente, todo indica que tiene demasiado que perder, y que a fin de cuentas Ucrania, aunque en principio aliada, no está en la OTAN, y por lo tanto no disfruta de su paraguas defensivo.
¿Quiere decir esto que podríamos estar a las puertas del MAD? Mutually Assured Destruction o Destrucción Mutua Asegurada, en principio todo parece indicar que no, por lo menos por parte de occidente, todo indica que tiene demasiado que perder, y que a fin de cuentas Ucrania, aunque en principio aliada, no está en la OTAN, y por lo tanto no disfruta de su paraguas defensivo.
No obstante al otro lado del cuadrilátero nos encontramos con Rusia y su paladín Vladimir Putin, que ya ha demostrado en varias ocasiones ser un auténtico maestro en el arte de jugar al poker, y que tiene como masajista a China, ya se sabe a río revuelto…
La situación es tan compleja que aunque juntasemos a un grupo de expertos en geopolítica, militares, y teoría de juegos, no está claro que fuésemos capaces de dar con la solución a este rompecabezas.
Una vez dejado claro que no tengo ni idea voy a dejarla caer la mía, aún consciente de que más que una predicción es un deseo, porque no quiero ni pensar en lo que puedes ser esto si la cosa se pone fea de verdad.
Posibles consecuencias
Si los Ucranianos son listos, ya habrán previsto que no tienen nada que pelar en una guerra abierta con Rusia, así que imagino que su plan debe ser una guerra de guerrillas, estilo Siria o Afghanistan, que desgaste poco a poco a los rusos.
Si fracasan, se verán reducidos a ser un país más pequeño, y un pueblo subordinado a los mandatos del Kremlin, que seguramente pondría un gobierno marioneta en lugar del actual, y desmantelar lo que quedase del ejército ucraniano.
Mardito Panné
Sin duda se incrementaron las sanciones económicas aún más.
Aúnque yo dudo mucho de la efectividad de esta estrategia. Basada en la logica “piensa el ladrón que todos son de su condición” Rusia, como antes Afganistán, u otros paises en conflicto son paises tradicionalmente más pobres, más acostumbrados a las penurias, más endurecidos, que no se dejaran intimidar por el hecho de no poder comprar iphones, o tener que vender su petroleo más barato.
Al final todo se irá diluyendo y seguiremos viviendo en el mismo mundo de mierda, egoista y cortoplacista, que no ve más allá de sus narices, y que le va a costar horrores no extinguirse si no se pone las pilas.