El camino a la censura
Ayer me fuí a vacunar de la tercera dosis del “bicho”. (ya no me atrevo a decir el nombre científico para no disparar las alarmas) y grabé una serie de videos de esos que youtube llama “shorts” cortos.
Un invento de YouTube supongo para contrarrestar la competencia de los videos de instagram, que duran 60’’, o más concretamente los de TikTok que duran 10’’
A mi particularmente no es que me entusiasmen, pero entiendo algunas de las ventajas del formato.
Total, que hice un primer video en la cola de vacunación.
Un segundo video en el momento de vacunarme. (le pedí permiso a la enfermera que no me puso ningún problema).
Y mientras estaba en la zona habilitada de espera, por si se diese algún efecto secundario, se me ocurrió gastar una pequeña broma, pretendiendo de forma muy burda y obvia que estaba teniendo una reacción, que atribuía de forma sarcástica al supuesto chip de Bill Gates contenido en la vacuna.
Para acabar de redondear la jugada, hice un último video corto, que parodiaba una escena de Futurama en la cual el robot Bender, sueña con matar humanos, como si el chip me hubiese transformado en un robot.
Pues resulta que a la mañana siguiente, me llegó un comunicado de YouTube diciendo que este último video había sido censurado y retirado. ¡Debido a la desinformación médica!
Rápidamente escribí una apelación indicando que la intencionalidad del video es exactamente la contraria, y que era un video sarcástico.
¡Censurado!
En lo que a la libertad de expresión se refiere, suscribo al 100% las palabras de la escritora británica Evelyn Beatrice Hall cuando dice en su libro. Los amigos de Voltaire. “Estoy totalmente en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”, y por supuesto cualquier tipo de censura atenta contra este principio.
Libertad de expresión y corrección política
La censura en las redes sociales tiene un tanto de preventiva, como la cantidad de información es tan monstruosa, el control de la expresión se delega en algoritmos más o menos inteligentes, que hacen una primera criba, estoy convencido que la lógica de estos algoritmos es la lógica “Ante la duda, la más tetuda” es decir, si el algoritmo detecta algo que pueda ser conflictivo, automáticamente censura, luego ya se verá.
Y podríamos culpar a estas empresas, de hecho deberíamos, pero quizás deberíamos empezar a pensar en que cenagal nos estamos metiendo como sociedad con esta nueva forma de censura llamada corrección política. Un concepto que seguramente nació con las mejores intenciones, pero que podría acabar llevándonos a sitios muy peligrosos. Como dice el proverbio inglés “The road to hell is paved with good intentions” El camino al infierno está pavimentado con buenas intenciones.
Para acabar déjame que te hable de un concepto que oí por primera vez al activista británico, musulman moderado, y reformista, Maajid Nawaz, en lo que él llama “El efecto Voldemort” (no confundir con Condemor).
El efecto Voldemort
“El efecto Voldemort” consiste en que la gente tiene tanto miedo del personaje, que ni tan solo se atreven a decir su nombre, y le llaman “Aquel que no debe ser nombrado”
La corrección política puede llegar a tener un efecto similar, esta autocensura se derrama en todas las capas de nuestra sociedad, nos paraliza, y enmascara el problema.
Ya no hablo tan solo del algoritmo de YouTube. Que como era de esperar es incapaz de detectar el sarcasmo, hablo de la presión que ha llevado a los programadores a escribir un algoritmo tan restrictivo.
Yo soy una persona muy lejana a las teorías conspiratorias, no digo que no existan conspiraciones en el mundo, tan solo digo que no deberíamos recurrir a ellas tan alegremente para explicar cosas que no entendemos.
Si queremos un mundo más racional, más inteligente, lo que tendríamos que hacer es hablar más, no hablar menos. No será el camino más fácil, y seguro que está lleno de equivocaciones, incluso de injusticias, pero barrer los problemas debajo de la alfombra no va a solucionarlos.
Volviendo a Lord Voldemort “Si ni siquiera lo puedes nombrar, su poder crece día a día, di su nombre en voz alta, y su poder desaparece”
Si no me detiene la PCP Policía de la Corrección Política, aquí estaré la semana que viene hablando de mis cosas.